Un equipo alerta sobre la radiación solar en Riobamba
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Un equipo electrónico, similar a un semáforo, detecta a través de sensores la intensidad de los rayos Ultravioleta (UV) en la Escuela Politécnica de Chimborazo (Espoch). Es una alerta para que los 12 000 estudiantes adopten medidas de protección en el día.
Desde enero pasado, un grupo de investigadores de la Facultad de Informática del centro de educación superior diseñó este aparato, llamado Infosolar, y lo ubicó en un lugar visible y abierto dentro de esta facultad.
“De acuerdo con la energía del sol, las luces de este equipo electrónico se prenden y señalan el nivel de radiación”, explica Wilson Baldeón, gestor del proyecto.
Cuando la luz verde se enciende y llega a los rangos de 0 a 2 significa que la persona no requiere mayor protección. Si cambia a amarillo, de 3 a 4, o a naranja, de 5 a 6, señala que hay la necesidad de usar una camisa de mangas largas, crema de protección solar y sombrero de tela de ala ancha.
Pero si se incrementa de 7 a 9 o a más de 10 la persona se expone a una radiación muy alta. Por eso, señala Baldeón, es mejor protegerse, entre las 09:00 y 16:00 cuando el sol es más intenso.
Esta iniciativa es apoyada por la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) por el riesgo que conlleva estar en una ciudad de altura de 2 754 metros sobre el nivel del mar (msnm).
“Mientras más alto se encuentre, mayor es el riesgo. Todo depende al grado de exposición”, dice Fausto Cervantes, oncólogo de Solca.
El índice de Radiación Ultravioleta (IUV) en Riobamba, de acuerdo con la medición realizada, entre enero y febrero de este año, de 06:00 a 18:00, en intervalos de 30 minutos, subió al extremo de 7-9. Según los Valores Numéricos de Índice (VNI) propuestos, en el 2004 por The National Weather Service y la Enviromental Protección Agency, organismos dedicados al estudio de la atmósfera, el índice más elevado es de 10+. En Riobamba, el índice más alto en estos dos meses se detectó entre las 11:30 y las 14:00, al alcanzar 7-9, que corresponde a una categoría de alto valor.
Baldeón dice que esto puede variar en los horarios de 10:30 y 15:30, con un sol brillante. Allí se registra un descenso de 0-2, mínimo y de poca afectación a la piel.
Jonny Tonato, estudiante de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Espoch, aplica desde hace cinco meses las indicaciones del aparato. En un bolso de lana lleva un sobrero, gafas, protector solar y no acostumbra a caminar en camiseta. “Esta iniciativa debería aplicarse en todas las ciudades para que la gente se entere del riesgo que enfrenta al exponerse sin protección al sol”.
Baldeón asegura que todos los estudiantes recibieron información. “En septiembre próximo se intensificará este proceso. Se instalarán cinco infosolares en varios lugares de la Politécnica. La inversión será de USD 18 000”.
En los últimos cuatro años la incidencia del cáncer de piel se incrementó en Riobamba. Los oncólogos de los hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) en Chimborazo detectaron un aumento progresivo de casos.
Por ejemplo, en Solca, en el 2007, los casos sumaron 22, pero se incrementó a 37 en el 2008. En el 2009 bajó a 29. Entre enero y julio de este año se registran 20 casos. Según los especialistas, antes se diagnosticaba un tumor maligno cada mes, hoy dos y tres.
Algo similar ocurre en el Hospital del IESS. El año pasado, a 10 pacientes se les detectó cáncer de piel en los párpados, labios y otras partes de la cara. Sin embargo, en el primer semestre de este año, esta cifra se igualó.
Patricio Herrera, dermatólogo del Hospital del IESS, afirma que los casos de cáncer aumentaron. Los campesinos, indígenas, mestizos y blancos son afectados. Pero no acuden a la consulta por la falta de información y de dinero. Otros asisten al primer chequeo y no vuelven para el tratamiento.
Josefa Lata tiene 77 años. En su juventud se dedicaba a la agricultura en Colta, durante nueve horas diarias. Hace un mes, en la mejilla derecha de su cara le apareció una espinilla. Lata trató de retirarla con sus dedos, pero la herida no sanaba con el tiempo.
En dos semanas su cara tenía un granito de un centímetro. Por falta de dinero no fue a un centro sanitario. Su sobrina Laura Lata le trasladó de emergencia al Hospital de Solca en Riobamba, en donde fue intervenida quirúrgicamente hace dos semanas. Le extrajeron un tumor cancerígeno. “No sabe que tiene cáncer, espero que con la cirugía y revisiones se recupere”, dice su sobrina. El tumor le afectó la nariz y la región palpebral (ocular) derecha. Para rellenar la herida se le hizo un injerto con una cirugía.
Para el oncólogo Jorge Pino hace falta un registro oficial actualizado de tumores o melanomas, que se extienda a las provincias.
Evitar actividades al aire libre, entre 10:00 y 16:00.
Utilizar sombreros que tengan ala ancha en lugar de las gorras.
Evitar las cámaras de bronceado, pues emiten rayos ultravioleta.
Desde enero pasado, un grupo de investigadores de la Facultad de Informática del centro de educación superior diseñó este aparato, llamado Infosolar, y lo ubicó en un lugar visible y abierto dentro de esta facultad.
“De acuerdo con la energía del sol, las luces de este equipo electrónico se prenden y señalan el nivel de radiación”, explica Wilson Baldeón, gestor del proyecto.
Cuando la luz verde se enciende y llega a los rangos de 0 a 2 significa que la persona no requiere mayor protección. Si cambia a amarillo, de 3 a 4, o a naranja, de 5 a 6, señala que hay la necesidad de usar una camisa de mangas largas, crema de protección solar y sombrero de tela de ala ancha.
Pero si se incrementa de 7 a 9 o a más de 10 la persona se expone a una radiación muy alta. Por eso, señala Baldeón, es mejor protegerse, entre las 09:00 y 16:00 cuando el sol es más intenso.
Esta iniciativa es apoyada por la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) por el riesgo que conlleva estar en una ciudad de altura de 2 754 metros sobre el nivel del mar (msnm).
“Mientras más alto se encuentre, mayor es el riesgo. Todo depende al grado de exposición”, dice Fausto Cervantes, oncólogo de Solca.
El índice de Radiación Ultravioleta (IUV) en Riobamba, de acuerdo con la medición realizada, entre enero y febrero de este año, de 06:00 a 18:00, en intervalos de 30 minutos, subió al extremo de 7-9. Según los Valores Numéricos de Índice (VNI) propuestos, en el 2004 por The National Weather Service y la Enviromental Protección Agency, organismos dedicados al estudio de la atmósfera, el índice más elevado es de 10+. En Riobamba, el índice más alto en estos dos meses se detectó entre las 11:30 y las 14:00, al alcanzar 7-9, que corresponde a una categoría de alto valor.
Baldeón dice que esto puede variar en los horarios de 10:30 y 15:30, con un sol brillante. Allí se registra un descenso de 0-2, mínimo y de poca afectación a la piel.
Jonny Tonato, estudiante de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Espoch, aplica desde hace cinco meses las indicaciones del aparato. En un bolso de lana lleva un sobrero, gafas, protector solar y no acostumbra a caminar en camiseta. “Esta iniciativa debería aplicarse en todas las ciudades para que la gente se entere del riesgo que enfrenta al exponerse sin protección al sol”.
Baldeón asegura que todos los estudiantes recibieron información. “En septiembre próximo se intensificará este proceso. Se instalarán cinco infosolares en varios lugares de la Politécnica. La inversión será de USD 18 000”.
En los últimos cuatro años la incidencia del cáncer de piel se incrementó en Riobamba. Los oncólogos de los hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) en Chimborazo detectaron un aumento progresivo de casos.
Por ejemplo, en Solca, en el 2007, los casos sumaron 22, pero se incrementó a 37 en el 2008. En el 2009 bajó a 29. Entre enero y julio de este año se registran 20 casos. Según los especialistas, antes se diagnosticaba un tumor maligno cada mes, hoy dos y tres.
Algo similar ocurre en el Hospital del IESS. El año pasado, a 10 pacientes se les detectó cáncer de piel en los párpados, labios y otras partes de la cara. Sin embargo, en el primer semestre de este año, esta cifra se igualó.
Patricio Herrera, dermatólogo del Hospital del IESS, afirma que los casos de cáncer aumentaron. Los campesinos, indígenas, mestizos y blancos son afectados. Pero no acuden a la consulta por la falta de información y de dinero. Otros asisten al primer chequeo y no vuelven para el tratamiento.
Josefa Lata tiene 77 años. En su juventud se dedicaba a la agricultura en Colta, durante nueve horas diarias. Hace un mes, en la mejilla derecha de su cara le apareció una espinilla. Lata trató de retirarla con sus dedos, pero la herida no sanaba con el tiempo.
En dos semanas su cara tenía un granito de un centímetro. Por falta de dinero no fue a un centro sanitario. Su sobrina Laura Lata le trasladó de emergencia al Hospital de Solca en Riobamba, en donde fue intervenida quirúrgicamente hace dos semanas. Le extrajeron un tumor cancerígeno. “No sabe que tiene cáncer, espero que con la cirugía y revisiones se recupere”, dice su sobrina. El tumor le afectó la nariz y la región palpebral (ocular) derecha. Para rellenar la herida se le hizo un injerto con una cirugía.
Para el oncólogo Jorge Pino hace falta un registro oficial actualizado de tumores o melanomas, que se extienda a las provincias.
Tome en cuenta
Usar protector cada dos o tres horas, si el factor de protección es menos de 50, y cada cuatro horas si es más de 50.Evitar actividades al aire libre, entre 10:00 y 16:00.
Utilizar sombreros que tengan ala ancha en lugar de las gorras.
Evitar las cámaras de bronceado, pues emiten rayos ultravioleta.
Someterse a un examen médico para evitar complicaciones, sobre todo si tiene lunares en zonas de roce.
Las personas de piel blanca deben usar mayor factor (de 65 hasta 100), mientras que las trigueñas de 50. Hay bloqueadores para cada tipo piel: seca normal o grasa.
De acuerdo con las escalas de rayos ultravioleta, la exposición de 6 a 7 puntos es considerada alta, de 8 a 10 muy alta y por encima de los 11 puntos se la califica de extremadamente alta.Las personas de piel blanca deben usar mayor factor (de 65 hasta 100), mientras que las trigueñas de 50. Hay bloqueadores para cada tipo piel: seca normal o grasa.
Aplicar el protector solar media hora antes de exponerse al sol.